La Ruta Digital de la Seda China: Retos para el mundo en la Transformación Digital

China se presenta como un país que, mediante su Nueva Ruta de la Seda Digital (o DSR), busca ayudar a países de renta media o en vías de desarrollo a cerrar la brecha digital. Este país ha identificado la inversión en I+D como una prioridad nacional con la que espera fomentar el proceso de modernización que permita al país realizar la transición hacia una economía avanzada. En las últimas décadas, China ha experimentado el Gran Salto adelante en tecnología, permitiéndole posicionarse entre los países que más destinan a I+D, sobrepasando a la Unión Europea en 2012, y alcanzando el 2,18 % del PIB en 2020, hasta los 293 600 millones de dólares.

La transformación de China en potencia investigadora, capaz de liderar la generación de estándares 5G, ha propiciado el enfrentamiento con Estados Unidos, potencia hegemónica en innovación. La guerra comercial, con un fuerte trasfondo de rivalidad tecnológica, responde al mejor posicionamiento de Huawei como proveedor de servicios de telecomunicaciones de redes 5G sobre las que se desplegarán las capacidades que aportarán la Inteligencia Artificial (IA), el Internet de las Cosas (IOT), la robótica y el cloud computing para generar nuevos modelos de negocio.

El principal objetivo es promover sus propios estándares tecnológicos, lo que puede ser a la larga un desafío para muchos países en especial en temas de seguridad.

El proyecto digital chino, representa un cambio geopolítico y económico del internet en el mundo. La empresa de telecomunicaciones Huawei, es el tercer accionista más grande de Hengtong Optic-Electric compañía que está construyendo un importante cable de telecomunicaciones que estará listo a finales del año 2021; también está fabricando el equipo para las estaciones de aterrizaje de cableado PEACE, con el que se pretende hacer frente a la creciente demanda de intercambio de datos y vídeos entre Europa, Asia y África; adicional a diferentes proyectos de transmisión submarina; por lo que convierte al gigante asiático en el principal jugador de la cuarta revolución industrial.

China ha avanzado en los últimos años a pasos agigantados; sus compañías ya seas grandes, medianas y pequeñas se expanden por el mundo creando una especie de geopolítica de la tecnología.

En el contexto actual son los medios de pago y comercio digital los protagonistas de la transformación digital y China se ha puesto a la vanguardia en ser el líder; y es que actualmente los chinos tienen más del 20% de los proyectos en el mundo en proyectos de cables de transmisión de datos, y es por eso que es la pionera en la construcción de una súper autopista de la información que conectará a Europa y África denominado ¨Ruta de la seda digital¨ (Digital Silk Road); donde una de las piezas clave de esta infraestructura es un sistema de cable de propiedad privada de 15000 km de longitud llamado PEACE, que se espera su finalización a finales de 2021. Este cable empieza en Pakistán, pasa por varios países de África (Kenia, Somalia y Egipto) para terminar en Marsella, Francia; su segunda fase llegará a Sudáfrica.

China tienen gran interés en África por eso la llegada de redes inalámbricas más rápida aumentará la demanda de cables submarinos, que son los que transportan la gran mayoría de datos a nivel mundial. El proyecto involucra primero a África y Asia, y luego se une Europa donde gigantes chinos como Alibaba han venido allanando el camino a la ruta de la Seda digital; destacando el comercio digital con Rusia, la compra de start up alemana de análisis de datos Data Artisans, la participación en una plataforma de pagos sueca (Klarna), o la elección de España como mercado clave desde donde expandir el comercio online por Europa occidental a través de AliExpress.

Tanto las empresas chinas como estadounidenses venden productos tecnológicos en todo el mundo, pero las empresas chinas llevan ventaja, al ofrecer una amplia gama de equipos y financiamiento relativamente barato a países en desarrollo que buscan modernizar su infraestructura tecnológica.

Los países de América Latina, África, Oriente Medio, partes de Europa del Este, y el sudeste asiático necesitan de manera urgente tecnología de alta calidad y bajo costo para expandir las redes de telefonía inalámbrica y la cobertura de internet de banda ancha.

Las empresas chinas aportan beneficios adicionales a los países en desarrollo, para impulsar la cooperación entre científicos e ingenieros de estos países y sus homólogos chinos. China transfiere conocimientos técnicos en áreas como ciudades inteligentes, inteligencia artificial, robótica, energías limpias, etc. Esta ruta digital respalda la expansión de empresas como Huawei, Z T y Alibaba en nuevos mercados dando un acceso importante al big data y complementando la estrategia digital ¨ Hecho en China 2025¨, que tiene como objetivo convertir a China en líder de tecnologías modernas.

Las iniciativas del proyecto de ruta digital parten del gobierno chino y de empresas privadas que buscan integrar sus propios proyectos comerciales para obtener apoyo político y financiero.

El presidente chino Xi Jinping ha manifestado muchas veces que el análisis del big data, inteligencia artificial, cloud, ciudades inteligentes, son proyectos cables en el desarrollo de la ruta digital; por ejemplo, China Mobile abrió un centro de datos en Singapur en el 2019 y Alibaba los ha abierto en Japón e Indonesia. Alibaba ofrece computación en la nube en Corea del Sur, Singapur y otros lugares, y también está desarrollando su plataforma de comercio electrónico Aliexpress.

La ruta de la Seda digital también incluye proyectos relacionados con otras áreas de la cuarta revolución industrial, telemedicina, IOT, BlockChain, etc.; por lo que dicha ruta se ha convertido en el medio de expansión de plataformas en destinos estratégicos que están configurando el ascenso de China como potencia global.

Otro punto importante es que China se esfuerza por crear un mecanismo de pago alterno que compita con el sistema de pagos internacionales más popular en el mundo el Swift, manejado por Estados Unidos.

A nivel macro, la ruta de la seda digital trata sobre el desarrollo y la interoperabilidad de la infraestructura digital crítica, como cables de datos terrestres y submarinos, así como redes celulares 5 G; precisamente en este campo Huawei participa en proyectos 5G en Pakistán, Nigeria, Rusia, Serbia, Camboya, Tailandia entre otros países.

China completó su gran proyecto de lanzamiento de satélites Beidou que en algunos sitios es más preciso que el sistema de geolocalización GPS. Pakistán, Laos, Bruinei y Tailandia son los países que adoptaron BeiDou; por lo que muy pronto será la principal competencia de GPS.

A nivel micro la ruta de la seda digital promueve la conectividad entre las empresas y consumidores locales, incluyen plataformas y aplicaciones de comercio electrónico, taxis, tecnología financiera y educativa, así como hardware mediante enrutadores, teléfonos inteligentes y PCs.

Es claro que, con la ruta de la seda digital, se pretende llegar a un nuevo orden digital asiático menos centrado en Estados Unidos y más en China, la idea es tener hecho en China 2025 y estándares de China 2035.

Con Huawei y las redes 5G, la creciente presencia de empresas chinas en cables submarinos presenta riesgos que Estados Unidos y Europa no puedes descartar si desean estar a la vanguardia de la transformación digital.

China desea convertirse en el principal proveedor mundial de infraestructura y hardware digital: 5G, fibra óptica, satélites de navegación, nube e informática, etc.; y es por eso por lo que este proyecto de la ruta de la seda digital hace más de una década.

El proyecto de la ruta de la Seda Digital a menudo se centra en los participantes de la ruta de la Seda y economías de desarrollo. China ha firmado acuerdos de cooperación o ha proporcionado inversiones relacionadas con la Ruta de la Seda Digital con al menos 16 países.

La aceleración de la digitalización durante de la pandemia ha sido un gran argumento de China para fortalecer su crecimiento en esta área.

Un posible problema que puede estancar el desarrollo de la ruta de la seda digital son la restricción de transferencia de datos.